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jueves, 16 de mayo de 2013

FÁTIMA - 3ª Aparición de LA VIRGEN






Mientras se acercaba la fecha de Julio LUCÍA estaba turbada por las palabras de su Párroco, que advertía que el diablo podría estar detrás de estas apariciones. Finalmente, ella le confió a Jacinta que su intención era no ir. Pero cuando el día finalmente llegó, sus miedos y ansiedades desaparecieron, de manera que a las doce estaba en Cova con Jacinta y Francisco, esperando la llegada de la Señora.

La aparición del 13 de julio resultó ser en muchas formas la parte más controvertida del mensaje de Fátima, proveyendo un secreto en tres partes que los niños guardaron celosamente. Las primeras dos partes, la visión del infierno y la profecía del futuro papel de Rusia, y como prevenirlo, no serían reveladas hasta que LUCÍA las escribió en su tercer diario, en 1941, obedeciendo al Obispo. La tercera parte, comúnmente conocido como el Tercer Secreto, fue más tarde comunicado al Obispo, quien lo envió sin leer al Papa Pío XII.

Unos minutos después de haber llegado a Cova da Iria, cerca de la encina, donde un gran número de personas estaban rezando el Rosario, vieron un flash de luz una vez más, y un momento después Nuestra Señora se apareció en la encina.

"LUCÍA", dijo Jacinta, "habla. La Señora te está hablando"

"¿Si?

Dijo LUCÍA. Habló humildemente, pidiendo perdón por sus dudas con todos sus gestos, y le dijo a la Señora

 ¿Qué quieres de mi?

Quiero que vengáis aquí el día trece del mes que viene. Continuad rezando el Rosario todos los días en honor a Nuestra Señora del Rosario, para obtener la paz del mundo y el final de la guerra, porque sólo ella puede obtenerlo.

"Sí, Sí"

“Yo quisiera preguntarle quien es usted, y si puede hacer un milagro para que todo el mundo sepa con total seguridad que se ha aparecido"

Debéis venir aquí todos los meses, y en octubre yo te diré quien soy y lo que quiero. Después haré un milagro para que todos crean.

Por tanto segura de lo que hacía, LUCÍA comenzó a poner ante la Señora las peticiones que todos le habían confiado. La Señora dijo cariñosamente que curaría a algunos.

"¿Y el hijo paralítico de Maria da Capelinha?"

No, no será curado ni de su enfermedad ni de su pobreza, y debe de asegurarse de rezar el Rosario junto a su familia todos los días.



Otro caso encomendado por LUCÍA a la Señora fue el de una mujer enferma de Atougia quien pidió que se la llevaran al cielo.

Dile que no tenga prisa. Dile que yo sé muy bien cuando vendré a buscarla.

Haced sacrificios por los pecadores, y después, especialmente cuando hagáis un sacrificio, decid:

Oh Jesús, esto es por amor a Ti, por la conversión de los pecadores, y en reparación por las ofensas cometidas contra el Inmaculado Corazón de María.


Mientras Nuestra Señora decía estas palabras, (describió LUCÍA), abrió sus manos una vez más, como lo había hecho en los dos meses anteriores. Los rayos de luz parecían penetrar la tierra, y vimos como si fuera un mar de fuego. Sumergidos en este fuego estaban demonios y almas en forma humana, como tizones transparentes en llamas, todos negros o color bronce quemado, flotando en el fuego, ahora levantadas en el aire por las llamas que salían de ellos mismos junto a grandes nubes de humo, se caían por todos lados como chispas entre enormes fuegos, sin peso o equilibrio, entre chillidos y gemidos de dolor y desesperación, que nos horrorizaron y nos hicieron temblar de miedo. (Debe haber sido esta visión la que hizo que yo gritara, como dice la gente que hice).
Los demonios podían distinguirse por su similitud aterradora y repugnante animales desconocidos, negros y transparentes como carbones en llamas. Horrorizados y como pidiendo auxilio, miramos hacia Nuestra Señora, quien nos dijo, tan amablemente y tan tristemente:


Habéis visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores. Es para salvarlos que Dios quiere establecer en el mundo devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hacéis lo que yo os diga, muchas almas se salvarán, y habrá paz.

Esta guerra cesará. Pero si los hombres no dejan de ofender a Dios, otra guerra más terrible comenzará durante el pontificado de Pio XI. Cuando veáis una noche iluminada por una luz extraña y desconocida (esto ocurrió el 28 de Enero de 1938) sabréis que esta es la señal que Dios os dará y que indicará que está a punto de castigar al mundo con la guerra y el hambre, y por la persecución de la Iglesia y del Papa.

Para prevenir esto vengo al mundo con el fin de pedir que Rusia sea consagrada a mi Inmaculado Corazón, y pido que los primero Sábados de cada mes se hagan comuniones en reparación por todos los pecados del mundo.

Si mis deseos se cumplen, Rusia se convertirá y habrá paz. Si no, Rusia extenderá sus errores alrededor del mundo, trayendo nuevas guerras y persecuciones a la Iglesia. Los justos serán martirizados y el Santo Padre tendrá que sufrir mucho. Ciertas naciones serán aniquiladas. Pero al final mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará Rusia, que se convertirá y el mundo disfrutará de un período de paz.

En Portugal la fe siempre será preservada… (Aquí viene la parte del secreto que aún no ha sido revelado). Recordad que no debéis decir esto a nadie más que a Francisco.

Cuando recéis el Rosario, decid después de cada misterio:

“O mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, especialmente a los más necesitadas de tu divina Misericordia”.

¿Hay algo más que quieras de mi?

No. Hoy no quiero nada más de ti.

Al igual que en las dos apariciones anteriores, Nuestra Señora comenzó a ascender hacia el Este, hasta que finalmente desapareció en la inmensa oscuridad del firmamento.

La posesión del Secreto probó ser una gran prueba para los tres pequeños. La familia, los vecinos, seguidores de la aparición, hasta el clero, trató sin éxito que fuera revelado. Finalmente, en cuanto el día de la aparición se acercaba, hasta el Gobierno Civil, que era secular y anti clerical, alarmado por el número de personas que estaban interesándose en los acontecimientos de Fátima, intentaron acallarlos y presentar a la Iglesia como colaboradora en un fraude.

Las narraciones estás basadas, naturalmente, en el testimonio de Lucía, recogidos en diversos escritos y finalmente nos hemos utilizado dos fuentes: Aciprensa y en Ewin.com

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